Efemérides
Apuntes históricos
La Archicofradía de las Siete Palabras es el resultado de sucesivas fusiones de diversas hermandades establecidas unas en el convento Casa Grande del Carmen y otras en la parroquia de San Vicente Mártir.
La más antigua es la Cofradía de Gloria de los Sagrados Clavos, Virgen de los Remedios y San Juan Evangelista, fundada a mediados del s. XVI y residente en el convento del Carmen, ubicación en la que formula regla (29 de noviembre de 1595) constituyéndose en corporación de penitencia con procesión el Miércoles Santo. A lo largo de la primera mitad del s. XVII vive época de esplendor, asiste a la procesión del Corpus y realiza con regularidad la estación penitencial con tres pasos: Apocalipsis (Sagrados Clavos), Cristo en la Cruz y Virgen de los Remedios.
Una segunda corporación de raíz carmelita era la Hermandad de Gloria de la Virgen de la Cabeza fundada en 1561 y propietaria de la capilla en la que se instaló la Cofradía de los Sagrados Clavos. El 1º de junio de 1677 esta corporación protagonizó una fusión de mutua conveniencia con la Cofradía de San Juan Evangelista (gremio de impresores) que, a pesar de su capacidad económica, carecía de capilla propia. La nueva cofradía también adoptó carácter penitencial y recibió tras la fusión un fuerte impulso.
En el s. XVIII hubo ciertas dificultades para estas hermandades. En 1721 se hundió la Capilla obligando a la realización de importantes obras de reconstrucción (1721-1752), para cuya financiación tuvieron que enajenar parte del patrimonio. Sucesivas etapas de auge y decadencia marcaron la vida de la corporación durante la segunda mitad de la centuria. En 1798 se redactan nuevas reglas que suponen la fusión de las citadas corporaciones. La Hermandad comienza a titularse de las Siete Palabras.
De forma paralela, en la parroquia de San Vicente se había desarrollado otro proceso de fusiones. Aquí el elemento aglutinador fue la poderosa Hermandad Sacramental, cuyas primeras reglas datan de 1532. Esta Hermandad estaba instalada en la capilla de Santa Catalina, del patronato de los Alfaro y Bravo de Lagunas, desde la que jugó un papel decisivo en la historia espiritual y material de la parroquia. Entre otras importantes empresas artísticas, entre 1761 y 1782 construyó a sus expensas la magnífica Capilla Sacramental proyectada por los arquitectos Pedro de San Martín y Lucas Cíntora, joya del barroco hispalense.
Esta corporación se fusionó en 1794 con la Hermandad de las Ánimas Benditas (fundada en 1562), lo que permitió incorporar a su patrimonio la espléndida imagen de San Miguel Arcángel (Pedro Roldán). A su vez la Sacramental ya era propietaria, por donación, de la imagen de Jesús con la Cruz a Cuestas (Felipe de Ribas), titular de una antigua corporación de sacerdotes y que presidía el altar mayor de la Capilla Sacramental. Desde 1966 este Nazareno se advoca de la Divina Misericordia.
Tras varias vicisitudes, en 1868 la hermandad abandona el convento del Carmen forzada por el decreto de incautación de la Junta Revolucionaria y pasa a ocupar la capilla de los Remedios de la parroquia de San Vicente. Desde este templo continúa la práctica del ejercicio penitencial del Miércoles Santo con su único paso de Misterio. En la segunda mitad del s. XIX la hermandad, eficazmente gestionada, aumenta su actividad y realiza acertadas mejoras patrimoniales (nuevas imágenes del Misterio, sucesivos pasos procesionales, enseres y ajuar); en 1881 se incorpora la actual imagen del crucificado de las Siete Palabras.
A pesar de compartir sede canónica, las dos hermandades (Sacramental y de Penitencia) mantienen trayectorias diferentes durante más de cien años. La Sacramental realiza en 1947 una nueva fusión, esta vez con la Hermandad de gloria de la Virgen del Rosario, creada en 1672. Por fin tras varios intentos, el 9 de setiembre de 1966 se fusionan ambos grupos de hermandades, dando lugar a la actual corporación.
Representación
Las imágenes La de Jesús de la Divina Misericordia es obra de 1641 del escultor cordobés Felipe de Ribas (1609-1648). Se trata del tercero de la serie de este artista que representa el tema del Nazareno. La cabeza responde a la tipología creada por Ribas: mechón de pelo vuelto hacia atrás para sujetar la corona y rostro de serena expresión con las invariantes propias del autor (pliegue del entrecejo, bigote caído sobre la barba y ojos abultados). Sigue al modelo iconográfico andaluz propio del primer tercio del s. XVII; su aspecto actual es consecuencia de la intervención realizada en 1976-77 por Luis Ortega Brú.
El Cristo de las Siete Palabras es original del imaginero Felipe Martínez (1681), repolicromado y modificado por Emilio Pizarro Cruz en 1881. Procede del oratorio de la familia Cisneros a donde llegó desde el convento de San Francisco de Paula. La advocación es uno de los grandes referentes históricos de la liturgia pasionista. Se vincula a la práctica del ejercicio devocional de las Tres Horas, propagado desde América a través de la publicación realizada en el s.XVIII por el jesuita Alonso Messía.
La Virgen de los Remedios (1865) es obra de Manuel Gutiérrez Reyes-Cano (1845-1915). San Juan Evangelista se relaciona con el enigmático José Sánchez (1859) y fue modificado por E. Pizarro en 1875. La representación de Santa María Magdalena es de Manuel Gutiérrez Reyes-Cano (1867); del mismo escultor son las imágenes de santas María Salomé y María Cleofás (ambas de 1865).
La Virgen de la Cabeza es una imagen obra del tallista Manuel Escamilla Cabezas (1956), con manos y policromía del mismo autor fechadas en 1978. Se trata de la adaptación de la Alegoría de la Justicia (E. Pizarro, 1901), construida para un paso alegórico del Sagrado Corazón proyectado a finales del s.XIX y no procesionado.
El paso
El paso del Señor es de estilo neobarroco, en plata de ley, iluminado por cuatro faroles plateados, realizados en 1913, adquiridos al Silencio, el Señor lleva potencias de plata dorada. El paso fue labrado entre 1977 y 1987, con cartelas de ángeles. Lleva ángeles tenantes. El misterio es de estilo neobarroco, dorado e iluminado por candelabros de guardabrisas, tallado en 1865, las potencias y los casquetes de la cruz son de plata dorada. El paso de palio tiene orfebrería plateada en los respiraderos, varales, candelabros de cola y peana, la corona en plata dorada. El palio es de terciopelo burdeos y techo de plata de ley, con caídas, el manto es rojo del siglo XIX, realizado por Ángel María Ariza en 1863.
Curiosidades
Hasta 1958 no se incorpora el paso de palio y hasta 1977 el del Nazareno. Originalmente la Virgen de la Cabeza era un ángel que representaba a la Justicia en el paso alegórico del Sagrado Corazón de Jesús.
Túnicas
Visten los nazarenos túnicas blancas de sarga con antifaces del mismo color, escapulario y botonadura en puños de color carmesí y cordón amarillo. Una de las glorias de la Hermandad es mantener esta indumentaria, recuperada para el primero de los pasos en 1993 y en el tercero en 2009, ya que la misma data de 1595 y pasa por ser la más antigua que visten los nazarenos de Sevilla.
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